EL ANHELO

En una ciudad futurista, donde los rascacielos tocan las nubes y los coches vuelan entre las estrellas, un hombre solitario se abraza en la azotea de uno de los edificios más altos, no es un gesto de tristeza.
ANHELO, Sí, eso es. Su rostro, cubierto por una máscara luminosa que refleja un recuerdo, se oculta de el brillo cegador de una realidad artificial.
En su abrazo, encuentra la fuerza de un guardián silencioso, EL ANHELO, poderoso don del recuerdo, indomable soñador.
Cada noche, mientras la ciudad duerme, se eleva para sentir el abrazo del viento y la calma de la oscuridad, desconectándose del bullicio para encontrar la paz en su propio ser.
LA FOTOGRAFÍA NOS HABLA DE EL ANHELO DE VOLVER A LO ESENCIAL, DE ENCONTRAR PODER EN UNO MISMO, AÚN EN MEDIO DE UN MUNDO QUE NUNCA DUERME.
EL ANELO, guardián de los sueños, protector de los recuerdos.