Anais Gold Gallery

Bajo mi piel arde un alma inquieta, un espíritu hipersensible que percibe multitud de detalles a su alrededor, a cada paso, en cada escenario por el que ando. Una riqueza así puede resultar realmente abrumadora; eso es lo que creía al principio.

Pero el universo me sonrió cuando menos lo esperaba, y me regaló las dos grandes pasiones que hoy día llenan mi vida y que han conseguido hacer de un potencial descontrolado un poder sin límites. Mi mujer apareció y aclaró mi camino, definiéndolo, volviéndolo un infinito de posibilidades. Una cámara en mis manos hizo el resto. Ahora siento que puedo pintar con luz la esencia de personas y cosas.

Viajo. He estado en países muy diversos, en cuatro continentes distintos. Ando en una búsqueda de instantes llenos de vida, de momentos que hacen de la existencia algo maravilloso. Mi lema es: «Si el corazón no revienta de pasión, te quedaste corto».